Estas últimas semanas he estado algo liado. Por motivos de trabajo tuve que ir a La Rioja.
Una de las cosas que más me gusta cuando viajo, además de tomarme algún buen café, es disfrutar de la gastronomía de la zona. Y en España tenemos mucha y muy muy buena.
Cuando uno va a la Rioja no puede dejar de probar sus pinchos y por supuesto, su vino. Todas las noches junto al "pinxo" de turno (buf! esos rotos...), caía algún vinito, y creedme cuando os digo que estaban todos buenísimos.
Una de las mañanas que estube libre que acerqué a hacer una visita a una bodega en la preciosa localidad de Haro. Lo cierto que fue una experiencia estupenda. Independientemente de si te gusta o no el vino, el simple hecho de ver el proceso de vendimia y fabricación fue muy instructivo y enriquecedor.
Nada más, os aconsejo que si alguno tiene que ir a esta estupenda provincia haga una excursión a una bodega. ;)
Un saludo.
